Es un tratamiento mínimamente invasivo indicado para tratar distintas condiciones de la piel ya que actúa como bioestimulador de colágeno, elastina y un potente regenerador dermoepidérmico, es decir, influye
tanto sobre la epidermis como sobe la dermis, que es la capa media en
la cual toman lugar diversos procesos que determinan finalmente el
estado de la piel como tal. 

Por medio de energía controlada, que de forma selectiva y focalizada emite minúsculos haces de luz que penetran la piel hasta la dermis, como si se tratase de cientos de columnas térmicas.  
Estas columnas son heridas microscópicas que quedan rodeadas de tejido sano que contiene queratinocitos, las células capaces de promover una rápida cicatrización y una alta producción de colágeno.

Iniciando el procedimiento se aplica anestesia tópica para así disminuir la sensación de calor, que puede variar gradualmente acorde a la sensibilidad de cada persona.
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Es importante considerar que la piel podría estar edematosa, hinchada e inflamada aproximadamente por los primeros 5 a 6 días, lo cual es parte normal del proceso de regeneración de la piel. Progresivamente dichas lesiones irán desapareciendo, dando lugar a una piel de mejor calidad, uniforme y con menos lesiones.

Es fundamental que se evite exponer la zona durante el periodo del tratamiento y se sigan las indicaciones dadas por la especialista para un óptimo resultado. 

Con el objetivo de rejuvenecer la piel, puede ser realizado en rostro, cuello, escote y manos eliminando las capas superficiales y estimulando la síntesis de colágeno y elastina.

Las sesiones generalmente se realizan de forma mensual acorde al objetivo, duran en promedio de 25 a 30 minutos y los resultados pueden ser visibles desde la cuarta a quinta sesión dependiendo del caso específico a tratar

Su ventaja principal es que al no ser un tratamiento invasivo, es completamente seguro., sin embargo, puede generar molestias al momento de la aplicación, dependiendo del grado de sensibilidad de cada persona.